No solo las nuevas reglamentaciones nos van a obligar a muchos cambios a los procesadores de alimentos. La sociedad en general y los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) emanados de las Naciones Unidas como herramientas para alcanzar los objetivos globales de la agenda 2030 nos marcan una tendencia imparable e irreversible en la que nos tenemos que montar, y remar con el resto de la sociedad, bajo riesgo de si no lo hacemos quedarnos en la orilla y ver cómo perdemos el barco del futuro… y el beneplácito de los consumidores y clientes.
Varios son los retos que tenemos que asumir las empresas de nuestro sector de productos de la pesca, y todos ellos de trascendencia planetaria. Deberemos analizar los ODS en los que nuestras compañías tienen capacidad de influenciar y marcarnos agendas de trabajo y mejora sobre ellos:
– La Economía Circular como filosofía de empresa. Enfocar todas las mejoras y las acciones de futuro con este ideal circular. Que nuestro impacto sea cero (o el mínimo posible) porque lo que generamos de residuos regresa a la cadena de la economía gracias a nuestras acciones y planteamiento.
– Valorar la Huella de Carbono que generamos en nuestras acciones y operaciones, y crear planes para descarbonizar nuestras empresas. Reduciendo ese volumen de CO2 que emitimos en nuestras actividades cotidianas, y compensando aquellas emisiones que no podemos evitar con acciones que “restauren” el mal que causamos al planeta. Objetivo último de multinacionales como Procter & Gamble: conseguir la NEUTRALIDAD en la huella de carbono de nuestras empresas.
– Valorar los envases que ponemos en el mercado, no solo los que somos procesadores y envasadores, sino también los comercializadores, presionando y colaborando con nuestros proveedores para que sus materiales cumplan los objetivos ODS: debemos trabajar en la regla fundamental ya de las 3 “R”:
- REDUCIR los materiales de envasado que ponemos en el mercado.
- REUTILIZAR cuanto más mejor y cuantas más veces también.
- RECICLAR nosotros en nuestra actividad y ayudar e informar a los consumidores para que lo hagan con nuestros productos
– Valorar la posibilidad como ya están planteando algunas grandes compañías (El Corte Inglés) de plantearnos la generación de RESIDUOS que nuestras compañías generan, para enfocar una política de reducción de estos mediante las tres “R” y, posteriormente, implantar medidas de VALORIZACIÓN de estos residuos para sacarlos de los vertederos y como meta última alcanzar un objetivo de RESIDUOS CERO. Es la circularidad total.
– Otras grandes multinacionales (Nestlé) se plantean conceptos incluso más ambiciosos, como fomentar la REGENERACIÓN (más allá de la sostenibilidad, proteger, renovar y restaurar) y el objetivo de crear IMPACTO POSITIVO en el medio ambiente y en la sociedad como política y filosofía de sus acciones y planes de negocio.
– El AGUA como elemento cada vez más vital y clave. Uno de los ODS fundamentales que requiere planes específicos de parte de todas las empresas. Especialmente las que somos transformadoras y consumimos grandes cantidades de agua dulce potable en nuestros procesos.
– Los OCÉANOS como origen de nuestra materia prima. Asumir el respeto por las prácticas SOSTENIBLES y LEGALES en nuestros suministros. Abandonar las prácticas de suministros irregulares, de “tráfico”, “sin papeles”, como decimos ingenuamente cuando se habla en realidad de pesca ilegal. Respetar y exigir que toda la cadena respete las cuotas pesqueras que se marcan como objetivo de sostenibilidad de los caladeros. Por último y no menos importante, verificar que en las prácticas pesqueras no se utilizan prácticas de aniquilación de otras especies, bien sean tortugas, tiburones… o humanos esclavizados.