Las medidas para el ahorro a través de instalaciones de paneles solares para autoconsumo pueden ser una buena inversión dependiendo de varios factores, tales como: la necesidad de energía requerida, la potencia instalada, la electrificación de la vivienda (o fábrica) y la ubicación geográfica. Otro factor a tomar en cuenta son las ayudas públicas ofrecidas en diferentes comunidades y la posibilidad de verter en la red eléctrica la energía no aprovechable a cambio de una remuneración (en España están pagando hasta 20 céntimos de euro por cada kilovatio).
Las empresas que ofrecen estas soluciones se han multiplicado en España debido al alza en los costos de energía y la gran oferta de subvenciones que ofrece el Estado para la instalación de placas fotovoltaicas. Estas empresas ayudan, no solo a la evaluación o posibilidad de instalación de los equipos de obtención de energía, sino también a elaborar el plan de ahorro, donde por lo general ofrecen equipos que tienen una vida útil entre 25 y 30 años, con un mantenimiento mínimo. El retorno de la inversión para equipos instalados en España se estima en un 10%, lo que se amortiza la inversión entre 7 y 9 años. En cambio, en otros países del Norte de Europa con menos horas de sol la amortización es mayor al estimar una tasa de retorno del 5 al 6 %.
Hablando de las ayudas, tema sin duda que ha impulsado la instalación de este tipo de soluciones de producción de energía para autoconsumo, tenemos que la Unión Europea ofrece a través de los llamados Fondos de Recuperación Next Generation ayudas directas que en muchos casos alcanzan hasta el 40% de la inversión, logrando que el tiempo de amortización de la inversión baje entre 2 y 3 años. En muchos casos se le deben sumar exenciones especiales de impuestos de algunos ayuntamientos. Por otra parte, la banca también se ha movilizado para asesorar en la instalación de equipos, recomendar empresas, ayudar a gestionar subvenciones para autoconsumo, así como a la financiación de todo el proceso.