Una de las ventajas de consumir pulpo es que podemos estar seguros que su alimentación es completamente natural. Los pulpos se alimentan de peces y de crustáceos, principalmente, y hasta la fecha no se comercializa pulpo criado en cautiverio.
Las proteínas que nos aporta el pulpo son de gran calidad. También es un alimento que suma pocas calorías (70 Kcal por 100 gr de alimento) pues tiene unos niveles bajos de grasas. Entre sus numerosas ventajas, podemos mencionar:
- El pulpo es rico en yodo, mineral necesario para regular nuestro metabolismo favoreciendo el correcto funcionamiento de la glándula tiroides.
- Aporta el selenio que se recomienda consumir al día. Este mineral ayuda a retrasar el envejecimiento celular.
- Ayuda a luchar contra la anemia al ser rico en hierro y acido fólico. Interviene en la producción de los glóbulos rojos, en el desarrollo del sistema nervioso, participa en la síntesis de material genético, en la formación de anticuerpos, importantísimo a la hora de prevenir anemias y la espina bífida en el embarazo.
- También es rico en vitamina E, un potente antioxidante, en fósforo, zinc, calcio y magnesio con lo que ayuda a mantener fuertes los huesos, y en sodio y potasio (transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico tanto en el interior como en el exterior de la célula), además de vitaminas A, B5 y C.
- Al contener pocas grasas y ser éstas de calidad (básicamente Omega 3) es bueno para las personas que tienen el colesterol alto. Una ración de pulpo (150 gramos) contiene 180 mg de Omega 3. El pulpo contiene poco contenido de purinas, por lo que es bajo en el ácido úrico.
- Ayuda a mantener en forma el sistema inmunológico. Contiene vitamina B6 que ayuda a equilibrar los estrógenos.
- Es rico en cobre, imprescindible para la formación de los glóbulos rojos y un adecuado funcionamiento de nuestro sistema inmune.