Esta nueva legislación servirá como catalizador del cambio de la industria del packaging en el sector de alimentos, permitiendo cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y buscando modelos de economía circular. Se presentarán alternativas que sean fácilmente reciclables o reutilizables, que protejan tanto el producto como la seguridad alimentaria y a costos que sean aceptados por el mercado.
Los efectos de la pandemia provocada por la Covid-19, la invasión de Ucrania y otros factores geopolíticos externos, han encarecido las materias primas, la energía y gastos de transporte. Bajo este escenario debemos afrontar la transformación obligada a que debe someterse la industria del packaging para colaborar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible pasando del packaging tradicional, con gran peso en el uso del plástico, a modelos más sostenibles. La UE ha decidido restringir el uso del plástico de un uso y la legislación española (Ley de Residuos y Suelos Contaminantes) pondrá en vigor en el año 2023 un gravamen para los envases no reutilizables.
El gobierno de España, mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) de Economía Circular, aprobó una dotación presupuestaria de 492 millones de euros con el objetivo de reducir residuos, el tratamiento de éstos y los procesos de digitalización.
La industria de productos del mar congelados puede aprovechar estas ayudas para adaptar sus envases a las exigencias de la nueva Ley de Residuos antes mencionada. Esta industria es considerada como un subsector prioritario, por lo que opta a la puntuación máxima para este tipo de ayudas.
La nueva legislación que apoya la Economía Circular implementará un nuevo Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) obligatorio, por lo que los productores de envases reutilizables deberán cobrar, en depósito, una cantidad por envase y aceptar el retorno o devolución de los envases usados. Estas medidas han provocado que muchos productores del sector de alimentos se hayan volcado en el cambio de uso de materiales plásticos por envases de papel o cartón, como pueden ser las bandejas de libre servicio. Este nuevo marco normativo acelera la innovación de la industria en el uso de materiales que sean “ecodiseñados”, que no comprometan la vida útil de los productos y la seguridad alimentaria, y que puedan, a su vez, favorecer la valorización y recuperación colaborando con el modelo de Economía Circular.
Comenzaremos a ver cambios importantes en cuanto a los materiales usados para los envases. Nos familiarizaremos con palabras como: bioplásticos (compostable y biodegradable), PHA (polihidroxialcanoatos), PLA (ácido poliláctico), plásticos biobasados, etc. Sin duda, veremos avances importantes en la industria del papel y el cartón. Grandes empresas como Smurfit Kappa, con alianzas con fabricantes de envases especializados para la industria alimentaria, como Hinojosa Packaging, desarrollarán nuevas alternativas que colaboren con la economía circular, como por ejemplo el “Thermobox”, desarrollado a partir de nidos de abeja y cartón ondulado, con condiciones que cumplen con el aislamiento térmico y son reciclables, biodegradables y renovables, permitiendo además su personalización, donde el cliente puede transmitir condiciones de uso y las ventajas de sostenibilidad del envase.
Hinojosa Packaging por su parte, lanza además productos para la industria pesquera en el marco de lo que llaman “360 Green Packaging”, con soluciones como: Halopack (cartón laminado), Hiliner (termoformados), CartoSkin (sellado al vacío sobre bandeja) y Sumbox (poliestireno expandido reciclable). Estas soluciones reducen ente un 50 y 80% el uso de plásticos de un solo uso.
Multinacionales como Mondi, especialista en envases para la industria alimentaria, líder en fabricación de bolsas preformadas, se adapta a la introducción de soluciones sostenibles, donde aplican materiales reciclados posconsumo o biodegradables en el 90% de sus presentaciones, lanzando innovaciones como el “Functional Paper”, que solventa problemas de permeabilidad y facilidad de impresión.
Otra empresa como SP Group, especialista en bolsas flexibles para congelados de productos del mar, invierte en nuevos desarrollos, como: Recliclative (materiales sostenibles con materiales activos y reciclables) y Biotermic (reciclables y biodegradables resistentes a altas temperaturas).
Por otra parte, empresas como Iversia, multinacional especialista en laminados, incorpora laminados de propileno biorientado de baja densidad que procuran cada día envases más sostenibles. Para ello colabora en proyectos como Agro2Circular (compuestos bioactivos), CIMPA (reciclaje de films); DDIBIORESIN (biopolímeros naturales) y BIOMAC (polímeros biodegradables naturales).
Estos son algunos ejemplos que explican el ambiente de cambio y adaptación de todas las empresas del sector por adaptarse a las nuevas exigencias legales europeas (y españolas), que sin duda colaboran de forma directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la ONU.