Ecuador está en camino de lograr ser el proveedor número 1 del mercado americano. Hace solo unas semanas, el Ministerio de Acuacultura y Comercio Exterior de Ecuador firmó un acuerdo de confidencialidad con la FDA como primer paso de una alianza estratégica con uno de sus principales mercados.
El presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura de Ecuador declaró: “El propósito del acuerdo es lograr una asociación regulatoria en materia de salud para que las autoridades ecuatorianas y estadounidenses puedan colaborar más estrechamente y poder ofrecer las garantías y controles necesarios para el ingreso de la pesca y productos de la acuicultura en ese mercado”.
Estoy convencido de que Ecuador tiene un objetivo estratégico claro y las herramientas necesarias para lograr ser el proveedor número uno de langostinos, no solo para los EEUU, sino para el mundo entero. Durante los primeros seis meses de este año, Ecuador exportó 510 millones de kilos de langostinos, un aumento del 33% respecto al mismo período de 2021, además de establecer un nuevo récord. Durante este período, EE. UU. importó 98 millones de kilos, un 7% más, por un valor de 702 millones de dólares, un aumento del 34%.
Si bien China sigue siendo el principal destino de su mercado (53% de su exportación), la pregunta que nos hacemos es: ¿Ecuador se centrará en las complicadas necesidades del mercado estadounidense en comparación con el producto más simple necesario para China? En mi opinión, y así lo está demostrando, se adaptará a todos los mercados de forma competitiva, con calidad, servicio y tecnología.
Las importaciones de langostinos en USA bajaron sustancialmente (12%) durante el mes de julio. Aquí algunos datos de varios países: India (principal proveedor), bajó un 21,5%, Indonesia un 18,5% y Vietnam y Tailandia un 20% y 19%, respectivamente. Solamente Ecuador y México aumentaron su cuota de participación cerca de un 12%.