En un excelente artículo escrito por Andrew Mallison para FishThink News, el autor describe cómo la industria de cultivo del langostino ha atentado contra sí misma, debido a:
- El frecuente uso de antibióticos prohibidos para salvar cultivos.
- Abusos en la explotación laboral de sus trabajadores en fincas y plantas de procesado.
- Atentados contra el medio ambiente, como destrucción de manglares y salinización de las tierras.
- Formación de conglomerados que obligan a pequeños productores a vender a través de agentes, dejándoles sin margen comercial.
- Poca inversión institucional para apoyar a agricultores en tiempos de crisis (enfermedades, cambio climático, desastres naturales, devaluación de la moneda, etc.).
Por otra parte, los clientes o distribuidores están enfocados en una carrera frenética buscando los precios más bajos sin valorar correctamente la calidad, soltando al mercado productos sin sabor, salados, con demasiado hielo y químicos desagradables al gusto (polifosfatos para añadir agua).
Esto atenta, sin duda, contra la reputación de la especie y trabaja en sentido contrario contra aquellos que quieren mantener su producto natural y con la mejor calidad posible.
Nosotros, en Pescafacil, estamos centrados en comprar solo productos de calidad aún sabiendo que podemos perder oportunidades de negocio que generan volumen y que ayudan a mantener la rentabilidad de la empresa.
No me canso de decir, y así lo muestran las estadísticas de las organizaciones de la UE y EEUU dedicadas a controlar las entradas de productos del mar en sus fronteras: los mayores culpables de muchas de estas malas prácticas, que atentan contra la reputación de la industria, están en países asiáticos, cuyas empresas violan constantemente las reglas de juego y no son sancionadas oportunamente ni por las organizaciones ni por sus gobiernos.