El desperdicio alimentario es generado a lo largo de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo, y tiene un alto impacto ambiental, donde podemos destacar:
- 28% de la superficie agrícola del mundo se usa para producir alimentos que se pierden o desperdician.
- En estos alimentos se pierden o desperdician 250 Km3 de agua.
- Se consumen 3.300 millones de toneladas de huella de carbono (gases efecto invernadero) en alimentos no consumidos.
- Un tercio de los alimentos que se producen se pierden o desperdician.
- Las tasas más altas de desperdicio se sitúan en: 40% para tubérculos, frutas y hortalizas; 30% para cereales, y 20% para semillas oleaginosas, carne y productos lácteos.
- 70% de los desperdicios surge en los sectores domésticos, restauración y minoristas, mientras que la producción y procesamiento contribuye con el restante 30%.