Con la participación de representantes de casi 200 países y después de dos semanas de discusiones en Egipto, finalmente se acordó establecer un fondo que ayuda a los países pobres para hacer frente a los desastres climáticos. Se designó un comité con representantes de 24 países para afinar los detalles de uso del fondo durante el próximo año.
Las naciones en vías de desarrollo llevan tres décadas reclamando ser indemnizados por las naciones industrializadas, como compensación por los costes de los eventos climáticos destructivos relacionados con el aumento de las temperaturas.
Somos conscientes de que este acuerdo es una gran noticia; sin embargo, sabemos que no se logró avanzar mucho en abordar una reducción importante en las emisiones de gases de efecto invernadero, que son la causa principal de la crisis climática. Todas las naciones deben reducir sus emisiones mucho más rápidamente, especialmente China que es responsable de la mayor contaminación del planeta. En honor a la verdad, Estados Unidos era de los países más rehuyentes a reconocer una compensación financiera, por lo que esto pudiera significar a futuro. Europa estuvo muy cerca de abandonar el evento, pero se mantuvo para dar una oportunidad a otras naciones en su compromiso con reducir la contaminación y los efectos de los gases invernaderos provocados principalmente por emisiones de CO2 al ambiente.