En cuanto a la demanda de langostinos, Rabobank predice que el suministro mundial en 2023 se mantendrá fuerte, a pesar de los precios más bajos y los costos más altos. La base de esta premisa se atribuye en parte a la continuación prevista del crecimiento de la oferta de Ecuador y América Latina, y a la recuperación anticipada de China como productor y consumidor.
Ahora bien, en nuestra opinión, si bien la producción puede crecer, y este ha sido un tema de otros relacionados con la industria del langostino, revisemos con detenimiento las importaciones de camarón para los EE.UU. y UE de octubre. Por primera vez en varios años, las importaciones acumuladas han disminuido con respecto a años anteriores, incluido 2021. Lo que es más probable que las importaciones de fin de año no igualen el récord total del año 2021, y que esta tendencia a la baja pueda continuar en 2023.
En cuanto a China, no estoy seguro que estén en posición de aumentar sus importaciones. China es simplemente impredecible y en nuestra opinión seguirán apostando por fortalecer la producción interna y poner trabas burocráticas o “estratégicas” para la importación de un commodity como el langostino. Si es verdad que pareciera que están suavizando su política «Cero COVID», nadie puede garantizar que no las volverá a imponer.
El otro mercado importante para los langostinos es la UE, que también está experimentando una alta inflación, superior a la de EE.UU. y por ende no estamos claros que mantenga la demanda en un producto que sigue siendo percibido como un lujo.