Lo que muchos esperábamos hace tiempo ya ha llegado: ALCAMPO citó el pasado 8 de febrero a todos sus proveedores a un evento multitudinario (y muy bien organizado, por cierto) sobre Sostenibilidad, centrado en sus compromisos de DESCARBONIZACION. Aparte de sacar pecho sobre todas las líneas de trabajo en las que llevan años embarcados dentro de su programa de Sostenibilidad y RSC (desde ahorros de refrigerantes fluorados en sus equipos frigoríficos, hasta la certificación en ya bastantes tiendas de “residuo cero a vertedero”), en realidad el evento era para informar a sus proveedores (de todo tipo, que son muchos..) de sus planes de descarbonización y de cómo estos están limitados por las actividades del resto de la cadena de suministro.
Alcampo comenzó a medir sus emisiones de Carbono y la huella de carbono de sus actividades hace ya unos cuantos años, y se planteó objetivos ambiciosos, alineados con el espíritu de los Objetivos 2030 de Naciones Unidas y los ODS que de estos emanaron. Estos objetivos se concretan en ser una empresa NEUTRA EN CARBONO para 2043. Pero se han dado cuenta que gran parte de las emisiones de Carbono que se contabilizan de sus actividades provienen de sus proveedores…
En los planes de reducción de huella de Carbono es relativamente sencillo establecer medidas que reduzcan las emisiones de alcance 1 (las propias actividades de la empresa), y también luchar contra las emisiones de alcance 2 (las relativas a la energía que la empresa compra y consume), pero cuando se intenta mejorar las emisiones de alcance 3, que suelen ser las más importantes en la huella, la cosa se complica. Son las emisiones de las que son responsables los clientes de la empresa al usar sus productos y sus proveedores para suministrárselos. Alcampo ha cuantificado cuántas de estas emisiones de alcance 3 son responsabilidad de sus proveedores y le sale que son el 67% de su huella de carbono. Y se ha propuesto como objetivo reducirlas un 25% para el año 2030.
Y aquí es cuando ha decidido movilizarse. Con buenas palabras, conferenciantes animosos y ejemplos motivadores de algunos proveedores ya implicados en estos retos, intentó animar al resto de sus proveedores a que se unan al carro de la descarbonización, acudiendo al Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS nº 17, “ALIANZAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS”. Todo muy estimulante y motivador. Pero no llegaron a poner encima del estrado de conferenciantes lo que luego si que divulgan en Youtube en su video corporativo “Alcampo compromisos de descarbonización” https://www.youtube.com/watch?v=EEgBvKr843Y , y es que van a pedir que para 2025 todos sus proveedores tengan un plan de descarbonización avalado por un organismo independiente, y que informen de su huella de carbono y de sus planes para reducirla. Un nuevo requisito que se pone ahora encima de la mesa, y que por loable e importante que sea, no estaba en los primeros puestos de prioridades de muchas empresas proveedoras de esta cadena. Ahora va a tener que estarlo.
Es evidente que esta cadena no va a ser la única. La sociedad lo está reclamando y el planeta lo necesita, y si esta necesidad se toma como una bandera puede convertirse además en un reclamo comercial para mejorar la satisfacción del cliente final, el Rey al fin y al cabo de todas nuestras actividades. Todas las cadenas de Gran Distribución empezarán a marcar requisitos y exigencias en sostenibilidad a sus proveedores, y tener un plan y una certificación pasará a ser en breve tan importante como una certificación IFS o BRC para los que somos procesadores de alimentos.
Toca ponerse las pilas y dedicar tiempo, esfuerzos y recursos para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Y de paso no poner en juego nuestras relaciones y ventas con los principales clientes, ¡por supuesto!!