La piscicultura y la acuicultura sostenible

Mucho se ha escrito recientemente sobre la piscicultura y la acuicultura, en relación a la necesidad de alimentar a una población que se estima sobrepasará los 9 mil millones de habitantes antes del 2050. Tendemos a confundir los términos piscicultura y acuicultura, ya que ambos tienen como fin la producción de alimentos en sistemas acuáticos de forma controlada. En términos generales entendemos que los moluscos, los invertebrados, crustáceos, las algas marinas y toda la vegetación subacuática es algo que queda del lado de la acuicultura, mientras que todo lo que son peces pasa a la piscicultura. La piscicultura solo produce peces como el bacalao, la carpa, el salmón, el bagre y la tilapia.

En cuanto a la sostenibilidad sabemos que la sobrepesca está causando estragos en nuestros océanos, por lo que muchos ven en la piscicultura y acuicultura una solución a la sobrepesca; sin embargo, ésta conlleva otro tipo de problemas si no se hace de la forma correcta desde el punto de vista social y ambiental. Por ejemplo, los piscicultores tienen que seguir pescando en los océanos para alimentar a los peces de piscifactoría y los peces de piscifactoría generalmente son menos saludables que los peces del océano.

Las técnicas de piscicultura y acuicultura están mejorando poco a poco, lo que permite a los empresarios orientarse hacia un enfoque más sostenible desde el punto de vista económico. Por ejemplo, una nueva técnica de cría consiste en tratar los desechos de los peces y utilizarlos como fertilizante de alta calidad, así como filtrar y reutilizar las aguas residuales.

Los entes reguladores y las ONG, que procuran proteger la salud de los seres humanos, deben velar porque se adopten formas o técnicas para criar peces, algas, crustáceos y moluscos que, además de ser negocios rentables, den prioridad a la salud del medioambiente y de las personas. Los entes reguladores y las certificadoras (por ejemplo, ASC, MSC y BAP) ofrecen estándares que respetan la sostenibilidad medioambiental y evitan posibles efectos negativos a la salud humana. Estamos convencidos de que es posible generar riqueza de forma adecuada y equitativa respetando las normas y medios de producción que causen el menor daño posible al medio ambiente.

La sostenibilidad económica implica la búsqueda de la eficiencia empresarial en la gestión de los recursos, lo que supone rechazar lo que no es rentable. No obstante, en el mundo empresarial del siglo XXI uno de los retos es cumplir con los criterios ASG, lo que implica que los negocios además de ser rentables deben cumplir con los criterios de Sostenibilidad, Responsabilidad Social y Buena Gobernanza. Los inversores cada vez evalúan sus posiciones desde una doble mirada: por una parte los negocios deben ser rentables y, por la otra, sostenibles.

La acuicultura es la forma de cultivo de proteína animal más sostenible
La tecnología como apoyo de la acuicultura sostenible

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