Los científicos están indignados por los planes para montar la primera granja de pulpos del mundo en las Islas Canarias, donde se prevé criar un millón de especímenes al año en tanques diminutos para después someterlos a una dolorosa muerte congelándolos vivos. Las autoridades canarias ya han recibido los planes de esta gigantesca cámara de tortura para criaturas sumamente inteligentes.
Ya existe una recogida de firmas para que prohíban las granjas de pulpos.
Pescanova (o la nueva Pescanova) lleva más de 20 años estudiando el tema de la reproducción del pulpo en cautiverio y parece estar cada día más cerca de lograrlo puesto que han anunciado la construcción de una planta en las Islas Canarias que costará unos cuantos millones de dólares.
En lo personal mantengo una posición firme en cuanto a temas sensibles de sostenibilidad ambiental, social y productiva; sin embargo, en este caso no veo qué diferencia pueda existir entre criar pollos, ovejas, cerdos, vacas, langostinos o cualquier otra especie capaz de alimentar a una población que llegará a los 9 mil millones de habitantes en el 2050, sin que existan mecanismos de reproducción eficientes y científicos que permitan a la especie humana obtener proteínas a bajo costo.
Veremos qué opinan los nuevos compradores de Pescanova. Las noticias hablan que las empresas Cooke Seafood, Red Chamber, Iberconsa o Profand están en la pugna por este negocio. Quien o quienes se queden con el control de la misma tendrán que tomar una decisión sobre este asunto que puede afectar a la cara sostenible que las mismas desean transmitir al publico en general.