En España el consumo de pescado y marisco en sus diversas presentaciones como fresco, congelado, refrigerado o en conserva sigue de manera galopante a la baja. Según datos de la patronal pesquera la caída de las ventas en los dos primeros meses de este año ha sido del 20%, frente a mismo periodo del año anterior.
Entre otras causas, atribuyen esta caída del consumo a la decisión del Gobierno español de dejar fuera de la reducción del IVA superreducido esta lista de productos, según recoge el portal mispeces.com. Esta exclusión, aseguran, está desincentivando aún más el consumo, a pesar de que son alimentos básicos y económicos en una dieta saludable.
Por el contrario, consideran que la medida está favoreciendo el consumo de otros alimentos menos saludables. Esta situación puede tener consecuencias negativas en la salud de la población y aumentar el gasto del sistema sanitario, ya que el consumo regular de productos pesqueros reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades.
Considerando los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el consumo de productos pesqueros ha registrado un descenso del 15,2% entre los meses de enero y noviembre de 2022, con respecto al mismo periodo del año anterior. Esta caída se suma al descenso del 20,4% del consumo en los hogares, entre 2008 y 2021.
Para el sector esta decisión de no incluir el pescado en la lista de productos con un IVA superreducido “paradójicamente” debilita el potencial privilegio de la población española, frente a la de otros países, de disponer de esta proteína de gran calidad en una extensa variedad de especies, productos y preparados que “posibilita el hecho de contar con una de las cadenas pesqueras más grandes y profesionales del mundo”.
Adicionalmente está demostrado científicamente que el consumo regular de productos pesqueros, de 2 a 3 veces a la semana, disminuye hasta en un 45% el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y en un 70% la probabilidad de muerte súbita.