Los principales factores que han incidido en el aumento del coste de producción, según los datos de la CNA Ecuador, se centran en:
- La eliminación del precio diferenciado del diésel que encareció el rubro en 16 centavos por libra (7,3 cts. por kg) a finales del año pasado, afectando al 82%de la superficie camaronera.
- El incremento de precio en las materias primas a escala mundial (en comparación con el 2019, el trigo subió el 71%, la pasta de soja el 45%, el aceite de pescado un 105% y la harina de pescado un 24%). El alimento balanceado, uno de los principales rubros para el productor de langostinos, representaba el 55,2% del costo total de producción.
- El costo de seguridad(implementación de sistemas de vídeo vigilancia, rastreo y comunicación, además del pago de guardias privados en turnos rotativos y las pérdidas por robos que sufren a diario).
- Menos alternativas de crédito para el productor de langostinos (alza de las tasas de interés, reducción de montos o plazos de crédito).
- La depreciación de las monedas de países competidores o de los mercados de destino como el euro, que llegó a equipararse con el dólar en 2022. Este fenómeno se repitió con China, el principal destino (62%) de las exportaciones de langostino en 2022.
- Los competidores directos de Ecuador (Vietnam e India) cuentan con varias ventajas: a) salarios más bajos; b) subsidios a insumos y c) moneda propia.
José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura en Ecuador, aclara que las cifras de cierre del langostino ecuatoriano en el 2022 no reflejan esa dura realidad que ha enfrentado la industria el año pasado: “El año 2022 ha sido de los más complicados que hemos tenido que afrontar: mercados deprimidos, dólar fortalecido, costos de producción al alza, costos por ineficientes servicios públicos, inseguridad a niveles nunca antes vistos. Las ventas al exterior no muestran esa realidad”.