The Food Industry Association (FMI) declaró que las ventas del departamento de pescados y mariscos abarcaron 16,200 millones de dólares en ventas, lo que supuso una disminución del 3,8 % desde 2021, ya que la inflación afectó a los precios de los pescados y mariscos frescos y congelados.
Según el vicepresidente de alimentos frescos de la FMI estadounidense, la inflación tuvo un efecto negativo en las ventas y el consumo de productos del mar, ya que los consumidores recurrieron a proteínas más asequibles. Las ventas de productos del mar frescos cayeron de 7.100 millones de dólares en 2021 a 6.500 millones de dólares en 2022. Las ventas de productos del mar congelados también mostraron una disminución del 2,8% con respecto al año anterior.
Sorprende de este informe que la carne de aves y de cerdo siguen estando en la mente de los consumidores y compran estos alimentos con más del doble de frecuencia que los mariscos. Otra estadística que llama la atención es que el 53% de los consumidores compra pescados y mariscos preparados parcial o totalmente en el supermercado o para llevar en un restaurante. Igualmente vemos cómo solo el 20% pide mariscos mientras come fuera.