En la valiosa newsletter de Ken Salzinger, que aprecio recibir todos los lunes, se explica “la difícil situación de los recolectores de langostinos en la región del Golfo (de México) con respecto a los precios que pueden obtener por su producto”. Es una realidad que los precios del langostino a nivel mundial han estado en declive desde hace casi dos años, lo que ha dificultado que los productores americanos compitan con las importaciones.
Mr. Salzinger es de la opinión que las importaciones de otros países no son la razón principal por la que sus ganancias han disminuido, como pretenden achacar la SSA (Southern Shrimp Asociation) y otros grupos de presión. Dentro de sus argumentos tenemos:
1) El langostino no sería parte de la corriente principal si no fuera por la acuicultura en el extranjero, que está disponible para el consumidor estadounidense;
2) Se promulgó en el 2006 la Ley de Compensación de Subsidios y Dumping Continuo, que incluyó a seis países exportadores de langostino: Brasil, China, Ecuador, India, Tailandia y Vietnam. Ecuador posteriormente ha sido eliminado de la lista y Brasil ha optado por no participar en la exportación de langostinos a EE. UU.
3) Tanto China como Tailandia se han visto afectados por las tarifas impuestas y mantenidas por las administraciones anterior y actual y, en el caso de Tailandia, debido además a la prolongada recuperación de EMS. Eso deja a India y Vietnam como los dos únicos mercados de exportación vulnerables a este programa antidumping.
Lo que más me llamó la atención del escrito de Salzinger es “que desconocía cuánto dinero se había recibido y repartido desde que comenzó el programa, hasta ahora. Según la SSA, se han recaudado y “puesto a disposición de la industria del langostino un total de 272.114.869,67 de dólares o más de ¼ de billón de dólares.” No tenemos claro cuánto se ha invertido para apoyar a los pescadores de la zona, lo que sí sabemos es que no se ha implementado una estrategia sólida de marketing que permita al consumidor estadounidense diferenciar o apreciar las ventajas del langostino salvaje del golfo con el langostino importado.
