Como en las mejores telenovelas, aumenta el drama en la compra del conglomerado pesquero gallego que está en manos de Abanca (en un 98%). La oferta formal de compra ha sido retirada por “incongruencias” en la auditoría que realiza Cooke. Las discrepancias llegan a través de un grupo de auditores externo.
Por lo visto no cuadran los números de lo reflejado en los libros de ventas. El Due Diligence practicado por el consultor externo encontró diferencias por los números presentados por Pescanova, preparados por las firmas Deloitte y The Boston Consulting Group. Según el propio Escotet: “las negociaciones no están terminadas sino suspendidas”. Estas declaraciones han sido recogidas por la prensa local e internacional, donde reflejan la intención de Abanca de continuar con la venta de la empresa y procurar que la sede permanezca en Galicia.
Ejecutivos de Cooke han dado a conocer que será necesario mucho más dinero del previsto para mantener operaciones que se contemplaban en la negociación inicial, por lo que han planteado una reducción que pasa de 150 a 50 millones de euros, evitando la asunción completa de la deuda que, según reflejan algunos medios, se ubica alrededor de los 700 millones de euros.
Esta interrupción por la rebaja planteada por Cooke no ha sido bien recibida por el grupo gallego que, seguramente, volverá a tocar a otras empresas del sector, léase Iberconsa y Profand.