La acuicultura es la mejor solución para alimentar a las próximas generaciones

Un extenso artículo publicado el pasado 15 de agosto en El Comidista, la sección de gastronomía del periódico El País, escrito por el periodista David Remartinez y titulado: ¿Comer o no comer pescado de acuicultura? Dilema del siglo XXI, nos presenta una interrogante que ha sido estudiada por científicos de diferentes orígenes y organizaciones y todos concluyen, sin que quepa la menor duda, que la manera más sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico para alimentar a más de 9.700 millones de seres humanos en el 2050 es La Acuicultura.

Visto de otra manera, la humanidad no se puede dar el lujo de depender de la pesca extractiva tradicional para alimentar a la humanidad ya que sería económicamente inviable y atentaría contra la supervivencia de muchas especies (solo el 33,3% de las especies comerciales no están sobreexplotadas).

Explicado desde otro punto de vista: la humanidad tampoco podría depender de la cría de ganado salvaje o por simple pastoreo para obtener las proteínas de la carne necesarias para alimentar a la población.

Debemos diseñar, evolucionar y vigilar que tengamos mecanismos que brinden seguridad alimentaria de forma sostenible.

Aquí recogemos algunos argumentos de diferentes publicaciones científicas que explican las virtudes y la necesidad de fomentar la acuicultura, ya que es la solución económica más viable y sostenible:

  • La acuicultura produce algo más del 50% del pescado que se consume anualmente en todo el mundo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
  • Las instalaciones destinadas a la acuicultura, así como la tecnología aplicada para su práctica han avanzado para ofrecer unas mejores condiciones a las especies marinas y de ríos que nos ayudan a abastecer la demanda y que se producen, al mismo tiempo, provocando un impacto menor en su entorno, es decir, más sostenibles con un producto de mayor calidad.
  • La acuicultura tiene una capacidad de crecimiento relativamente elevada y, sobre todo, sostenible en el tiempo.
  • “La producción mundial anual de alimentos del mar podría aumentar entre un 36% y un 74% para 2050. O lo que es lo mismo, entre 21 y 44 millones de toneladas adicionales. Todo ello de forma sostenible, sin dañar los ecosistemas y sin contribuir al cambio climático”, según un estudio realizado por 10 científicos apoyados por la ONU y publicado en la revista Nature.
  • Los alimentos del mar, además de proteínas, contienen micronutrientes y ácidos grasos esenciales que no se encuentran fácilmente en los alimentos de origen terrestre. Por tanto, la acuicultura contribuye una mejor nutrición.
  • La acuicultura es una herramienta clave para garantizar la seguridad alimentaria con alimentos sostenibles; también contribuye al cuidado de los océanos y las fuentes hídricas, la protección de la biodiversidad y la vida submarina, la producción y el consumo responsables, el trabajo decente y el crecimiento económico.
  • La acuicultura es el sistema que menos daño produce al medio ambiente por sus bajas emisiones de dióxido de carbono, especialmente si lo comparamos con la ganadería en tierra. La acuicultura produce alimentos que nos generan menos efectos negativos al planeta, como la emisión de COPor ejemplo: el equivalente a un kilo de lubina no llega a 3 Kg de CO₂, mientras que un kilo de ternera supera los 29 kg de emisión de CO₂.
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