Recientemente se han celebrado varios eventos a nivel mundial que hablan del mercado de langostinos. En estos eventos se presentan escenarios sobre el comportamiento de la oferta y demanda de esta especie, que se ha convertido en el commodity más transado en el mundo de los pescados y mariscos. Por ejemplo, un asesor senior de Rabobank expuso en la cumbre de Responsible Seafood de la Global Seafood Alliance, celebrada hace unas semanas en Canadá, su opinión sobre dónde se encuentra actualmente el mercado del langostino y hacia dónde espera que se dirija en 2024. En su opinión se indica que Ecuador continuará siendo el principal actor en cuanto a producción, en vista de que este país alcanzará una cifra récord de 1,5 millones de toneladas. Así mismo, otros actores latinoamericanos como México, Brasil y Venezuela, ayudarán a que los volúmenes de exportación se acerquen a los 2 millones de toneladas.
En cuanto a Asia, todos los expertos hablan de una desaceleración en la India, Vietnam e Indonesia. China sigue siendo una caja negra (black box); sin embargo, sabemos que el gobierno chino continua con un plan de apoyo a los acuicultores locales, por lo que se espera un leve crecimiento en los años 2023 y 2024, con una producción que se debería acercar a los 2 millones de TM.
En el Global Shrimp Forum (GSF), excelentemente organizado por el equipo liderado por Willem van der Pijls (Blog Shrimp Insights), tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación del sector interno de cultivo de langostino en China. En esa presentación se habló de la geografía de producción de China y la variedad de sistemas de producción, indicando una rápida expansión de las granjas de pequeña escala, bajo sistemas RAS (Recirculating Aquaculture System).
En conclusión, es difícil pronosticar lo que ocurrirá en el mercado, en vista de que China siempre será una caja negra difícil de descifrar, pero me dio la impresión de que, aunque los chinos tienen la capacidad de aumentar su producción, tardarán en llegar al volumen donde la oferta se equipare a la demanda interna, por lo que seguirán siendo un factor clave para el mercado mundial del langostino.
Podemos resumir que la oferta mundial de langostinos (camarón) en 2023 se mantendrá estable o será ligeramente menor en comparación con 2022, pero que en 2024 volverá a crecer. Este escenario nos dice que la oferta se mantendrá fuerte y la demanda debería repuntar para el cierre de este 2023 y durante todo el 2024, con lo que el precio se mantendrá estable (bajo en comparación con los últimos años) y veremos cada vez más movimiento de integración entre productores, para ser más eficientes al diluir el costo fijo en más kilos y seguir siendo competitivos.
