Son varios artículos que hemos dedicado a este tema, en vista de que el gobierno español anunció en el 2023 que esta medida solo iba a afectar a productos de alimentación con mayor volumen de gasto en la cesta de la compra. La historia es que los alimentos de mar se han quedado fuera, por lo que continúan gravándose con un 10% en lugar de un reducido IVA del 4% que el sector viene reclamando desde hace tiempo y por muchas vías, tales como: Conxemar, Anfaco-Cecopesca, ARVI y AECOC, por nombrar solo algunas.
Los efectos de esta medida están a la vista con una disminución importante (algunos medios hablan de una reducción entre el 12 % y el 16 %) en la cesta de compra de los españoles, lo que hace muy difícil la recuperación del sector dedicado a la captura y comercialización de productos que son esenciales para lo que se conoce como la dieta mediterránea, con los beneficios evidentes que la misma produce a la salud del pueblo español.
La Asociación de Consumidores (FACUA) habla que el 50,9 % de las familias españolas han tenido que reducir su consumo de pescado, pero solo había reducido un 25 % e consumo de verduras, hortalizas y lácteos, productos que se han beneficiado con una reducción de IVA del 0 %. El gobierno argumentó que una reducción del IVA en pescados y mariscos solo aumentaría los beneficios de los grandes grupos de distribuidores, cuando la realidad ha mostrado que el IVA reducido se ha traslado integro a los consumidores.
La mayoría de los países de Europa han adoptado esta medida, por ejemplo:
- Francia 5,5 %
- Luxemburgo 3 %
- Chipre, Hungría y Polonia 5 %
- Bélgica y Portugal 6 %
- Alemania 7 %
No todos los argumentos para esta medida deben ser económicos. Desde mi punto de vista, los argumentos que respaldan los beneficios nutricionales y de salud del consumo de pescado y mariscos, son suficientes para apoyar esta medida que a largo plazo generará beneficios a la población y, sin duda, una disminución en los gastos de salud asociados a enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, cáncer, por solo nombrar algunas que incrementarán el gasto sanitario.
¿Qué estamos esperando?
