Son muchos los artículos de prensa que se han publicado por el abuso de China de obligar a una étnia en particular para abaratar el costo de proceso (mano de obra forzosa), comprando materia prima y procesándola para satisfacer los grandes mercados europeos y americanos. La revista New Yorker ha publicado un artículo (Crime on land: The Uyghurs forced to process the world fish) donde explica cómo las grandes empresas procesadoras en China han utilizado a más de mil trabajadores uigures, una minoría étnica en China, para procesar y enviar más de 47.000 toneladas de productos del mar desde 2018. Entre los artículos que esta etnia es obligada a procesar están los langostinos y la gamba roja, procedente de Argentina.
De acuerdo con The Outlaw Ocean Projetc “Estados Unidos importa aproximadamente el ochenta por ciento de sus productos del mar y China suministra más que cualquier otro país. En 2017, la mitad del pescado utilizado en los palitos de pescado que se sirven en las escuelas públicas estadounidenses se procesó en China, según Genuine Alaska Pollock Producers…. Resulta que al menos mil uigures han sido enviados a trabajar en fábricas de procesamiento de productos del mar en Shandong desde 2018”.
De acuerdo con la Newsletter publicada por Ken Salzinger “dos de los principales grupos asociados con los productos pesqueros sostenibles – Aquaculture Stewardship Council y Marine Stewardship Council – pasaron por alto el uso de los uigures para otorgar la certificación a muchas de las instalaciones de procesamiento chinas. De hecho, la mayoría de las 11 instalaciones chinas de procesamiento de productos del mar, citadas en el informe del proyecto Outlaw Ocean, contaban con la certificación conjunta de cadena de custodia MSC/ASC. Curiosamente, ambas organizaciones sin fines de lucro, junto con el Estándar Global del British Retail Consortium y las Mejores Prácticas de Acuicultura, contienen componentes sociales que prohíben el uso de trabajo forzoso. Varios importadores estadounidenses ya han perdido negocios debido a su asociación con estas empresas procesadoras y estoy seguro de que habrá más en el futuro. Por cierto, en una declaración reciente, los chinos niegan la acusación de utilizar trabajo forzoso en sus instalaciones de procesamiento de mariscos.”