El concepto de elasticidad de la demanda se puede aplicar perfectamente al mercado de pescados y mariscos. En economía este termino se refiere a la variación de la cantidad demandada de un bien o servicio en función de los cambios en su precio, es decir, que si el precio sube, la demanda baja y viceversa.
Es preocupante la elasticidad-precio de la demanda del pescado y el marisco en España, como revelan estos datos de caída:
- Congelados ⬇️ 6.8%
- Frescos ⬇️ 5.6%
- Mariscos ⬇️ 12.9%
- Conservas ⬇️ 3.5%
Para poder influir en la demanda sin modificar el precio se debe cambiar la percepción del valor aportado de los productos para que el cliente identifique una mejora o beneficio, y por lo tanto para que el cliente esté dispuesto a pagar un mayor precio o el mismo para demandar más producto.
En España sólo el 2,3% consume pescados o mariscos a diario, aunque el 87% lo relacione con una alimentación saludable, por lo que procuran consumirlo 1 ó 2 veces por semana. Para los más jóvenes (entre 18 y 25 años) esa cifra es aún menor (73%).
Sin duda, hay que tener en cuenta también la variable de la inflación, que ha jugado un rol importante en la disminución del consumo.