La Cámara Nacional de Acuacultura, en Ecuador, analiza la situación y relaciona los factores internos y externos con lo ocurrido.
El sector del langostino ecuatoriano cierra 2023 con una alarmante disminución de sus ingresos, dejando de percibir cerca de 1.500 millones de dólares. Esta situación la atribuyen, desde la Cámara Nacional de Acuacultura de Ecuador, a la preocupante caída de los precios en los mercados internacionales, los cuales han alcanzado valores “incluso inferiores a los registrados durante la pandemia de COVID-19”, según recoge el portal mispeces.com.
La caída de los precios, según señalan desde la Cámara, ha tenido “un impacto directo en el desempeño de las exportaciones”, generando una caída de 6% en 2023, que se traduce en pérdidas de 370 millones de dólares en comparación a 2022.
Para contrarrestar esta grave situación, como señalan, la industria del langostino ecuatoriana hizo un “enorme esfuerzo” por mantener sus cifras de exportación vendiendo a mayor volumen, pero por menos precio.
Analizando más detenidamente la situación vivida en el sector durante 2023, la Cámara Nacional de Acuicultura divide las causas en factores externos e internos. A nivel externo, la situación de estancamiento e inflación global de la economía deriva en pérdida de poder adquisitivo y, por ende, a la disminución de la demanda, lo que no ayuda al consumo, principalmente en China, que absorbe el 59% del mercado, Estados Unidos con el 17%, España el 5%, Francia el 3% e Italia con el 3%.
La depreciación del yuan en China respecto al dólar americano provoca que los importadores chinos tengan menos cantidad de dólares disponibles para compra del producto, lo cual deteriora su capacidad de consumo. Por otra parte, añaden, para el importador chino se vuelve más caro sostener el inventario de productos importados congelados, como el nuestro, lo que también desmotiva la compra al no tener perspectivas favorables respecto del consumo.
Mientras que en Estados Unidos se registra una caída del 12% de consumo de productos del mar, generada por los niveles de inflación a lo que se suma el incremento de las tasas de interés y los costos energéticos altos, lo cual complica el panorama.
Por otra parte, la competencia gana terreno: India y Vietnam son el segundo y tercer productor de langostino del mundo, respectivamente. Estos países cuentan con varias ventajas frente a Ecuador. Salarios más bajos, políticas de fomento y moneda propia que pueden devaluar a voluntad.
Otro factor que incide en las pérdidas del sector es que la industria del langostino ha enfrentado desafíos en cuanto a competitividad debido al significativo aumento constante de los costos operativos en el Ecuador, entre los que está el precio de los combustibles y el incremento de las materias primas utilizadas a lo largo de la cadena de valor del langostino.
Pérdida de competitividad por mayores costes operacionales
La Cámara Nacional de Acuacultura también considera los factores internos que hacen menos competitiva su producción en los mercados. Según explican, los costos relacionados con la producción, procesamiento y comercialización en toda la industria del langostino se han incrementado significativamente este año en 0,28 dólares adicionales por cada libra producida frente a los costos de 2022.
Esto se debe, en primer lugar según señalan, al gasto anual de aproximadamente 80 millones de dólares en materia seguridad, que representa una carga financiera considerable para la industria, destacando la necesidad de inversiones significativas para salvaguardar las operaciones y los activos.
El año cierra con un total de 77 incidentes delictivos contra el sector del langostino, resultando 58 personas heridas y cuatro víctimas fatales, según cifras de la Dirección de Seguridad de la Cámara Nacional de Acuacultura.
A esto se suma el aumento constante de los costos operativos entre ellos: los nuevos costos tras la eliminación del precio diferenciado del diésel, el impuesto a la salida de divisas (ISD) y el impuesto al valor agregado (IVA) para insumos y bienes de capital, que constituyen cargas fiscales adicionales para el sector y el incremento de precio de materias primas utilizadas a lo largo de la cadena de valor del langostino.
Ante este escenario de descenso de precios y aumento de costos, el sector del langostino ha experimentado una merma de liquidez de 0,98 dólares por cada libra producida, por lo que se ha visto seriamente afectada su rentabilidad.
Por ello resulta imperativo que el gobierno ecuatoriano centre sus esfuerzos en combatir la delincuencia y en reducir costos.
La CNA, en nombre del sector camaronero, reitera su compromiso de seguir trabajando con el sector público para buscar alternativas que permitan garantizar el desarrollo del sector acuícola, que se ha convertido en un gremio vital para la estabilidad socio-económica del país, por su generación de más 290 mil plazas de empleo directas e indirectas.