Cada vez los médicos en España aconsejan comer más mariscos

El marisco tiene fama de ser un capricho o una proteína muy costosa, cuando la verdad es que, en algunos casos, como los langostinos y los mejillones, son de los productos más accesibles del mercado. Estas dos especies están directamente asociadas a producir beneficios directos a nuestra salud cardiovascular. Comer langostinos y mejillones ayudan además a mantener o perder peso, porque tienen una escasa cantidad de grasas no saturadas y un número total de calorías bastante bajo.

Cuando hablamos de grasas, encontramos que estas especies contienen un 2% de grasas y que la gran parte son insaturadas. Debemos consumir productos que son atractivos para consumidor y beneficiosos al contener altas proteínas asociadas a aumentar el colesterol HDL (conocido como el colesterol bueno). Productos con alto contenido de Omega 3, lo que reduce la probabilidad de enfermedades cardiovasculares.

Otros de los minerales que conseguimos en los mariscos y moluscos es su gran contenido de selenio, siendo los aportes de una ración casi suficientes como para cubrir el total de las ingestas de selenio recomendadas al día, especialmente para mujeres en edades comprendidas entre los 20 y los 39 años y baja actividad física. Otros minerales que destacan son: hierro, fósforo y yodo.  Tanto los mejillones como los langostinos son más económicos que la carne roja, siendo las carnes rojas asociadas a ciertas enfermedades cardiovasculares.

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