Cada vez más vemos cómo nuevos formatos, no solo de packaging sino también de peso, invaden las estanterías, copiando de alguna manera las tendencias de consumo de otros países, especialmente del norte de Europa.
En España observamos cómo, cada día, las familias se reducen en tamaño. En el caso de las parejas, está claro que ambos necesitan aportar con su esfuerzo y trabajo para el mantenimiento del hogar y poder disfrutar de lo que conocemos como el Estado de Bienestar. Dicho esto, tenemos cada vez menos tiempo para cocinar, por lo que necesitamos soluciones atractivas, sencillas y convenientes.
En este mundo hiperconectado y globalizado, nos llegan las tendencias de consumo de otras tierras que de forma acelerada se convierten en parte de nuestra oferta. Comida asiática, italiana, peruana, mexicana, libanesa, etc., se hace cada vez más frecuente en la oferta de nuestros supermercados. Lo innovador es poder probar estos platos con solo tomar las referencias que ofrecen en la zona de libre servicio, refrigeradas o congeladas, en porciones para 1 ó 2 comensales.
No es extraño para nadie conseguir unos buenos mejillones muy asequibles y apetecibles en diferentes formatos, así como unas gambas listas solo para pasar por el microondas; o el uso de airfryers es cada vez más común (+ de 2 millones vendidos en España) para platos de quinta gama. Degustar unas exquisitas hamburguesas de pescado, por ejemplo, de nuestros amigos de Freskibo ya no es una novedad, o unas piruletas de langostinos de Congalsa, aunque lleven la marca de la cadena de supermercado, así como las ofertas de pescados (salmón, lubinas, merluza) en porciones para una persona, o las brochetas de mariscos o pescados, todas las opciones son una solución fácil, rápida y conveniente.
Si es cierto que el consumo de productos del mar todavía está asociado a momentos de celebración, la verdad es que, en el caso de los langostinos, por ejemplo, tenemos un producto que es muy asequible y con una gran variedad de platos que se pueden preparar con ellos. Con solo usar herramientas digitales, como YouTube o Instagram, conseguiremos cientos de ejemplos de cómo en muy poco tiempo poder tener una solución alimenticia fácil, conveniente, sana, rica en proteínas, Omega 3, selenio, fósforos, grasas no saturadas, etc., en solo minutos.
Una novedad es conseguir productos del mar en la sección de snacks. Conseguir opciones como el salmón ahumado para un picoteo o para añadir a una ensalada o embutidos del mar como “el jamón del mar” de Petaca Chico, o unos tartars o carpaccios de diferentes proveedores, es ahora más común de lo que pensamos.
Ahora bien, el tema de crear una marca que genere confianza es un reto que pocos logran conseguir. Empresas como Pescanova, que llevan años perdiendo dinero, han invertido millones en un Rodolfo (langostinos) para posicionar su marca. Otras, como Angulas Aguinaga y Freskibo han hecho un trabajo destacable y muy meritorio para posicionar sus marcas Aguinamar o Marineras, respectivamente.
Este mundo está y seguirá cambiando. Poder ver el futuro es cada vez más fácil con la cantidad de información que hoy en día disponemos gracias a la información digital.
