Durante años, la exhibición de las certificaciones Marine Stewardship Council (MSC), Aquaculture Stewardship Council (ASC) y Best Aquaculture Practice (BAP) ha sido un indicador para los consumidores de que tanto los productos del mar capturados en el medio silvestre como los criados en granjas productos del mar han cumplido ciertos criterios que les permite decir que son sostenibles.
Estas demandas han generado serias dudas con respecto a la transparencia de la industria pesquera. Existe una gran preocupación en que muchas “afirmaciones” actuales de sostenibilidad no cumplen con esos criterios mínimos exigidos, por lo que las empresas deberían ser más cautelosos en la verificación de sus proveedores para garantizar que la certificación o “etiqueta ecológica” cumpla con las condiciones exigidas.