Un artículo, con el título arriba mencionado, escrito por una empresa de consultoría, afirma que demasiados clientes en todo el mundo creen erróneamente que el camarón (langostino) de cultivo no es bueno para ellos ni para el planeta. Este estudio obedece a la preocupación de haber llegado en dos años a los precios más bajos, pero no hemos visto un aumento proporcional en la demanda. La consultora cree tener algunas respuestas sobre por qué no ha aumentado el consumo:
La industria debe ser proactiva en el trabajo para consolidar las plataformas de sostenibilidad.
Necesitamos poner un rostro humano a la industria, destacando a las familias de agricultores y a los trabajadores de producción en toda la cadena de suministro.
Necesitamos quitar la narrativa del abuso laboral a las organizaciones no gubernamentales ambientalistas.
La industria debe eliminar la narrativa ambiental negativa en torno al camarón de cultivo.
Ken Salzinger, en su prestigiosa Newsletter Ken´s Catch, afirma que “no le ve mucha validez a su argumento de que el camarón de cultivo no es bueno para el consumidor. Además, no estoy seguro de que el consumidor promedio esté al tanto de los supuestos abusos, por ejemplo, trabajo forzado o infantil, etc., con los que estamos familiarizados en la industria.” Al Sr. Salzinger no le gusta la idea de incluir a todos los países productores bajo el mismo “paraguas” para mercadear los langostinos, ya que las prácticas son muy distintas.