Sin lugar a dudas, debemos analizar las posibles implicaciones de la nueva política comercial de Donald Trump en el mercado de camarones: se plantea que los aranceles podrían provocar un aumento en los precios del camarón en EE. UU., lo que afectaría el consumo y podría llevar a los consumidores a optar por otras proteínas más asequibles.
Además, se evalúa cómo los países productores de camarón podrían adaptarse. Ecuador y otros productores latinoamericanos podrían enfocarse en productos pelados y de mayor valor agregado para fortalecer su presencia en el mercado estadounidense. Por otro lado, India, pese a la caída de las acciones de sus empresas camaroneras, podría consolidar su participación en nichos específicos y expandirse hacia la UE y otros mercados. Indonesia y Vietnam, debido a sus altos costos de producción y aranceles, enfrentarían mayores desafíos para competir globalmente.
En general, el artículo destaca que aún es temprano para determinar el impacto definitivo de estas medidas, pero anticipa cambios significativos en la dinámica comercial del camarón a corto y mediano plazo.
Tarifas de importación decretadas por Donald Trump para países productores de langostinos: