En 2010, a pesar de la complicada situación económica generada por el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera, la evolución comercial de la empresa seguía en crecimiento, por lo que decidieron iniciar una ambiciosa ampliación que doblaba su área productiva, incorporando paulatinamente a producción las naves 35 y 36 que se pusieron operativas en los dos años siguientes. De este modo se pasó en dos años de los 1.600 M2 de planta a los 4.400 M2.